Cómo cuidar tu piel después del verano

toallas absorbentes

El verano es una época de excesos. El clima caluroso y las vacaciones hacen que nos relajemos y descuidemos nuestra rutina alimentaria y de sueño. Comemos peor, dormimos menos horas y además, el sol, el cloro de la piscina y la sal del mar también dejan huella en nuestra piel, volviéndola más seca y agrietada. Por ello, es importante que desde que termina el verano empieces a recuperar tus rutinas de cuidado de piel.

Cuida tu alimentación y las horas de sueño

Uno de los aspectos que más influye en el cuidado de nuestro organismo es beber la cantidad de agua recomendada por los expertos: entre 1,5 o 2 litros de agua al día, además de aumentar el consumo de frutas y hortalizas, que también aportan su dosis de agua al día, aparte de las vitaminas, fibras y sales minerales correspondientes.

Lavado y secado de piel correcto

Por otro lado, en cuanto al rostro, debes lavarlo por la mañana y por la noche para eliminar la suciedad que se va acumulando y los residuos que obstruyen los poros. También es importante que exfolies tu piel para equilibrarla ya que, después del verano, seguramente le faltarán nutrientes o, por el contrario, tendrá exceso de sebo. Puedes terminar tu rutina con cremas hidratantes o aplicar unas gotitas de ácido hialurónico para devolverle la luminosidad.

toallas y albornoces

La piel del resto del cuerpo también ha sufrido despigmentaciones y acumulación de células muertas. Por eso también es necesario realizar exfoliaciones y usar cremas hidratantes de forma continuada. Ten en cuenta que antes de aplicar tus cremas al cuerpo, sobre todo después de ducharte o tomar un baño, tu piel debe estar completamente seca. De lo contrario, pueden aparecer hongos e irritaciones.

Toallas y albornoces absorbentes

Usar toallas absorbentes y de algodón 100% es primordial para secar tu piel de forma óptima. Recuerda utilizar una toalla para cada parte del cuerpo para no trasladar restos de humedad o sudor hacia otras partes del cuerpo. Normalmente se usan diferentes toallas para el secado como cualquier juego de toallas: una toalla tocador para la cara, toalla lavabo para las manos, y toalla de baño y sábana para el resto del cuerpo.

¿Y cómo debes secar tu piel? Muy fácil. La mejor forma de hacerlo es dando golpecitos ligeros por tu cara o cuerpo. Después deberás airearlas en un lugar con luz/ sol directo para que acaben de secarse. No uses la misma toalla más de 2 o 3 veces en una semana así que te recomendamos que tengas otras de repuesto a mano.

Si no te gustan las toallas, también puedes usar albornoz de algodon para secar tu piel. Opta por uno suave y muy absorbente para que pueda dejarte la piel en buen estado.

Por último, ten en cuenta que tanto las toallas como los albornoces son de uso personal, ¡así que no debes compartirlos con nadie!

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