¿Cuántas veces hemos sacado de la lavadora nuestra ropa de cama o nuestros textiles de baño y nos hemos damos cuenta de que se han descolorido o no se ha quedado tan bien como esperábamos? Seguro que te ha pasado muchas veces y es que lavar las prendas de hogar puede traernos una larga lista de complicaciones si no tenemos en cuenta varios aspectos.
¿Qué es en lo primero que hemos de fijarnos? El punto principal antes de echar una prenda a lavar es que conozcas bien su tejido. De hecho, hay prendas que no es necesario que las laves. Simplemente con ventilar y cepillarlas es suficiente si no están muy sucias. La parte positiva de seguir este consejo es que ahorrarás energía y además, ayudarás a mantenerlas en buen estado.
Tu ropa de hogar como el primer día
No basta siempre con ventilar. De hecho, puede que muchas veces tus sábanas y toallas necesiten definitivamente un lavado. Entonces, debes de tener en cuenta lo siguiente:
- Usar un buen detergente: a poder ser con etiqueta ecológica y así contribuirás a cuidar el medio ambiente. Recuerda utilizar la cantidad de detergente justa ya que si le echas de más podrían aparecer manchas que llevaría a un mayor desgaste de la prenda.
- Suavizante: si utilizas un buen detergente que además sea perfumado, tu ropa tendrá un tacto suave y un olor increíble, así que no te será necesario utilizar un suavizante. Para aquellos que sí lo suelen usar, ¿sabías que poner un exceso de suavizante también puede ayudar a la aparición de manchas o hacer que se “engrise” una prenda?
- Lejía: si utilizas sábanas blancas, toallas o albornoces de la misma tonalidad y te gusta lavar con lejía, recuerda que debe ser siempre en agua fría y no dejar la lavadora funcionar más de una hora. De lo contrario tu ropa de cama y textiles de baño se estropearán.
- Lavar a mano: hay prendas que no podrás lavar en la lavadora por sus materiales delicados.. En este caso, te aconsejamos lavar a mano pero deberás separarlas por tejidos y colores porque pueden desteñirse.
- Presta atención a la temperatura lavado: cada prenda tiene su etiqueta de lavado. Sigue las instrucciones y lava la ropa a la temperatura indicada. Los tejidos de color suelen lavarse a mayor temperatura (unos 60º), de lo contrario también pueden desteñir.
Los pasos más prácticos para secar tu ropa de hogar
Si hace mal tiempo, siempre puedes secar sabanas en secadora con efecto centrifugado que cuente con varios programas. De esta forma podrás utilizar el que más te convenga según el tipo de prendas y la cantidad que quieras secar.
La mejor forma de secar ropa de hogar es al aire libre, pero debes evitar exponerlas al sol directamente para que no pierdan su color. Si tiendes en un patio exterior con mucho espacio, cuelga las prendas dejando bastante separación entre ellas para que se sequen de forma apropiada. Si no hay suficiente espacio y se rozan entre ellas seguramente quedarán zonas más húmedas y con mal olor.
¿Cómo influyen los tejidos de la ropa de hogar en el lavado y el secado?
Como ya hemos explicado anteriormente, el tejido de los materiales es de suma importancia a la hora de lavar y secar tu prenda.
- Algodón: es el material más usado, más flexible y más resistente de todos. Sin embargo, hay que tener cuidado si lo lavamos a una temperatura alta porque puede encogerse. Además, si lo centrifugamos a muchas revoluciones tiende a arrugarse más fácilmente y, por lo tanto es más complicado secarlo y plancharlo de forma correcta.
- Punto grueso: estas prendas tienden a deformarse con facilidad, por eso es muy importante que las seques de forma correcta, envolviéndolas en una toalla y en posición horizontal para que conserven su forma original.
- Lino: lávalo siempre a mano y a baja temperatura. En cuanto al planchado, es muy resistente a la plancha
- Viscosa: es un material con el que hay que tener especial cuidado dado que arde con facilidad y se cargan la electricidad estática. Cuando se humedece es poco resistente.
- Poliéster y Nylon: son materiales resistentes, no se suelen arrugar demasiado y fijan bien los colores. También arden con facilidad porque son muy sensibles al calor. Se recomienda lavarlos con agua tibia y plancharlos a una temperatura media y sin vapor.
- Plumón: suele pasar que si lavas un nórdico o edredón las plumas se aplasten más de lo debido y haya zonas más planas que otras. Nuestra recomendación es que metas este material en la lavadora con pelotas de tenis. Ayudarán a distribuir las plumas del relleno de una forma uniforme.
Si sigues todos estos consejos lograrás que tu ropa y tus textiles de hogar queden igual de perfectos como el primer día.
