Cómo evitar los golpes de calor en verano

En verano suelen ser muy frecuentes los golpes de calor, sobre todo si las temperaturas alcanzan más de los 30 grados y estamos demasiado tiempo expuestos al sol en horas críticas. Normalmente, el cuerpo es capaz de controlar las altas temperatura produciendo sudor para refrescarse. Sin embargo, si el calor es muy asfixiante y, nos encontramos deshidratados, con falta de sueño, agotamiento o si practicamos deporte, estos mecanismos corporales que regulan las temperaturas pueden dejar de funcionar haciendo que suframos un golpe de calor.

¿Cómo evitamos un golpe de calor?

  1. Evitando pasar demasiado tiempo al sol, sobre todo durante las horas más críticas (a partir de media mañana y hasta las 18:00h de la tarde)

2. Llevar siempre algún complemento que te resguarde del calor: gorro, gafas de sol y crema protectora

gorro, gafas de sol y crema protectora

3. Hidratarte bien. Es imprescindible llevar una botella de agua contigo y así poder refrescarte a cada pocos minutos. Si tienes niños a tu cargo, recuerda también preparar un termo con agua fría que la mantenga a buena temperatura para que también se hidraten. Algunas bebidas isotónicas con azúcares naturales pueden ser un complemento extra para los días de más calor.

4. Llevar ropa cómoda, fresca y de algodón, que transpire y que no te haga sudar más de lo que debieras. Puedes usar pantalones cortos hombre o bermudas mujer, camisetas de tirantes o vestidos. Apuesta siempre por colores claros y evita los colores oscuros como el negro porque atraen más los rayos de sol. 

5. Busca sombras para refugiarte y lugares frescos en los que corra el aire. 

Puedes encontrar más información y consejos para evitar los golpes de calor aquí

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